El trabajo como actividad transformadora
En el trabajo el ser humano no sólo
se refleja a sí mismo, sino que se autoconstituye como lo que es, y lo hace a partir de la puesta en
funcionamiento de su inteligencia y su voluntad; además el trabajo como actividad revestida de intencionalidad, transforma directa
e indirectamente el medio natural y social, el medio natural cuando interviene y
modifica el ambiente según la conveniencia del ser humano, el medio social, cuando una acción directa ejercida sobre
otras personas repercutirá mediante la reproducción de esa acción por parte de otros en la
constitución del todo social.
Para que el trabajo sea una actividad transformadora efectiva y eficaz que busque el bien común de la sociedad deben usarse adecuadamente las tenencias del ser humano, las cuales se desarrollan en tres niveles:
Nivel Corpóreo:
Entendido como la capacidad de hacer y de apropiación que tiene el ser
humano
según su cuerpo. Guarda un carácter instrumental, externo, práctico y utilitario.Tenencia práctico-corpórea
Es responsabilidad de todo docente saber de qué manera puede utilizar su cuerpo fortalecedoramente para lograr una mejor comunicación, su lenguaje corporal debe ir en consonancia con los puntos de interés y de llamado a la reflexión; la voz también es parte fundamental del trabajo del docente, ya que es un recurso metodológico y didáctico; además sus gestos dan sentido a las frases y dejan ver los sentimientos y
actitudes de quien los lleva a cabo.
Nivel intelectivo:
Hemos de entender éste como una capacidad inmanente de
apropiación mediante la acción reflexiva
Tenencia Intelectiva-inmanente
Es primordial que
ésta sea utilizada y potenciada de la mejor manera. Es responsabilidad de cada quien fortalecer
día con día su acervo de conocimientos y la buena utilización de ellos, tanto pedagógica como
didácticamente; hay que saber, saber hacer
y hacerlo para el bien, Toda área profesional tiene que ver con parcelas especializadas del
conocimiento, el cual, se incrementa día con día, en especial la labor docente exige desarrollar una permanente actitud
de actualización profesional, académica, pedagógica y metodológica.
No basta ser inteligente, se requiere utilizar con sabiduría ese conocimiento y hacer las
lecturas contextuales de nuestros grupos de estudiantes, debido a que todos los estudiantes so diferentes y no todas las estrategias de aprendizaje funcionan con todos los grupos
Nivel moral
Capacidad de actuar según la adquisición actitudinal; El ser humano es
responsable de sus acciones y en el caso de aquellas acciones que propenden hacia el bien
común, engendran un comportamiento virtuoso.
Tenencia moral virtud
El docente lo es en virtud y por virtud, esto es, por la serie de actitudes y hábitos que ha ido
adquiriendo no sólo en la esfera personal sino en el ámbito profesional. Su ethos profesional va más allá del aula pero debe mantenerse en un punto medio entre su esfera pública y privada.
El desarrollo de virtudes tiene que ver también con la aptitud y con la actitud del
docente, no basta con ser esforzado en la práctica, se debe tener
aptitudes para lo que se hace y mejorarlas cada día.
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